domingo, 4 de julio de 2010

Estado y modelos de desarrollo en América Latina (seminario y la wea)

Para todo aquel que le interese, el que me ha preguntado "oye, y de qué estai haciendo tu seminario?" y no se ha llevado una respuesta todo lo clara que sería deseable. Seguramente ese problema no sea resuelto porque igual como buen sociólogo tiendo a escribir en difícil, pero filo, me orienta a mi. Con ustedes, la "presentación del problema" de mi seminario (debe tener 50000 pifias de redacción, si las pillan avísenme).

América Latina ha experimentado en las décadas recientes un conjunto de profundas transformaciones, caracterizadas a menudo como un “giro neoliberal” común a toda la región, poniéndose a partir de esta idea el énfasis en los cambios económicos asociados a este proceso. Situaciones como el creciente giro primario-exportador, la introducción de reformas desreguladoras en el Estado, la privatización de empresas estatales y servicios públicos, los crecientes ajustes monetarios como también al nivel del mercado laboral, por nombrar algunas dimensiones, responden a una transformación económica que se supone igualmente intensa para todos los países latinoamericanos, y a partir de la cual se derivan una serie de supuestos acerca de cambios en la fisonomía de los actores sociales y los procesos políticos.

Lo cierto es que el excesivo énfasis en la transformación propiamente económica, así como también los sesgos que produce la excepcionalidad del caso chileno, de un neoliberalismo implementado de manera temprana y en el contexto de un régimen autoritario (por consiguiente, bajo una conflictividad considerablemente menor, lo que incide en su profundidad e intensidad), frecuentemente hacen olvidar que el llamado “giro neoliberal” en América Latina presenta diversos grados de profundidad y orientación según las situaciones nacionales, a partir del desenvolvimiento concreto de los procesos políticos y sociales en cada uno de los casos. Esta diferenciación llega al punto que en ciertos países incluso llega a ser discutible si la idea de “neoliberalismo” es la que caracteriza de mejor manera su panorama, o bien si interviene en una situación marcada por la mezcla con características propias de otros “estilos de desarrollo” [1] que inciden en forma no menos significativa, constituyendo una peculiaridad que la idea de neoliberalismo queda lejos de agotar.

Por otra parte, la penetración creciente del mercado en esferas otrora estatales que se asocia a la transformación reciente (más allá de los diferentes grados según los casos nacionales), ha traído consigo una premisa que se ha incorporado con fuerza en la discusión en diferentes planos: la “reducción” del Estado. Asumiéndose esto como verdadero por ideologismos de distinto signo, la discusión ha girado más bien en torno a si dicho proceso es positivo o negativo. El debate tanto intelectual como político ha tendido a estructurarse en términos de una discusión entre Estado y mercado, donde será posible encontrar visiones que asuman una toma de posición en torno a uno u otro, como también perspectivas que buscarán su conciliación.

No obstante, como lo señalase Faletto (1989), la polémica entre Estado y mercado tiende a ocultar el hecho de que, por más capitalista o “libreempresista” que sea una determinada sociedad, al Estado siempre le corresponderá la función de establecer el marco institucional en el cual este capitalismo opera, es el Estado quien legitima las relaciones sociales y asegura el funcionamiento del sistema, más allá de las reformas y correctivos que pueda introducirle. Especialmente falaz resultaría esta dicotomía en América Latina, donde al Estado le ha correspondido en cierta medida la función de “instaurar el capitalismo”: se trata de sociedades capitalistas que incorporan la idea de un Estado planificador a través de instrumentos monetarios, fiscales, cambiarios y arancelarios; no obstante, el supuesto básico es que la realización directa de la actividad económica debe permanecer de preferencia, y principalmente, en manos privadas, planteándose la actividad estatal como complementaria y solamente aplicable en caso de ser estrictamente necesaria.

Por tanto, más que persistir en los términos de “más” o “menos” Estado, corresponde plantearse una interrogante por la transformación del carácter de este, en el marco de las transformaciones recientes en los diferentes países de América Latina. Específicamente, el presente trabajo buscará dar cuenta de aquellos cambios en las funciones y orientaciones de la acción estatal que resultan determinantes sobre los distintos “estilos de desarrollo” en la región.

La tentativa de asumir el Estado como un punto referencial para contribuir a una lectura sociológica acerca de la transformación reciente en la región y sus posibilidades de desarrollo, se sustenta en la suposición de que, en América Latina, tanto el proceso político como la perspectiva de constitución y desenvolvimiento de los actores sociales, han presentado históricamente un importante grado de orientación hacia y desde el Estado, distintivo respecto de las experiencias propias del mundo occidental.

Esta perspectiva (que será debidamente desarrollada de manera más extensa en el marco teórico posterior) dista mucho de ser perogrullesca en la discusión actual. Las transformaciones recientes han venido acompañadas de un importante giro en las perspectivas teóricas, asociado a una redefinición del rol de los propios intelectuales. El análisis de la dinámica social y económica, asumida como procesos de conflictos y cambios entre clases y grupos, ha dado paso a visiones tecnocráticas, centradas en las formas institucionales de administración política y económica, que tienden justamente a la naturalización de muchos de los cambios más significativos producidos en la historia reciente, “dessociologizando” su estudio.

Recapitulando, el presente trabajo buscará caracterizar las principales reformas (económicas, sociales y político-institucionales) en el Estado que resultan determinantes sobre los modelos de crecimiento, como también su significado en cuanto a cambios en su carácter social. Esto requiere dos esfuerzos previos. En primer lugar, una comprensión de los principales actores y procesos asociados a la conformación de los “Estados de Compromiso” en América Latina, que, sin pretender ser exhaustiva, permita dar cuenta de las razones de su crisis y colapso final. Y en segundo término, resulta importante situar un curso de transformación del Estado en América Latina que tiene su origen en las modalidades que se imponen para enfrentar la crisis mencionada, pero que no debe ser confundida con el “giro neoliberal” propiamente tal [2], pues resulta históricamente anterior a este (si bien sienta sus bases), en los años ’60 y ’70 del siglo pasado, en el contexto de los regímenes autoritarios.

En definitiva, se busca a través del trabajo presente contribuir a una empresa más amplia, de recuperación de una perspectiva sociológica acerca de las transformaciones recientes en América Latina, en tiempos en que el formalismo de la discusión intelectual tiende justamente a lo contrario, es decir, a la naturalización de los cambios recientes y a concentrar los debates en torno a las diferentes alternativas de administración de lo actualmente existente.

(De ahí viene la parte "antecedentes" con toda una problematización acerca de como las ciencias sociales latinoamericanas han abordado la problemática del Estado, antes y después del "giro neoliberal"... pero me da paja ponerla, todavía no la termino xD)

[1] El concepto de “estilos de desarrollo” hace referencia a “la manera en que dentro de un determinado sistema se organizan y asignan los recursos humanos y materiales con el objeto de resolver los interrogantes sobre qué, para quiénes y cómo producir” (Pinto, 1976) . Especialmente importante es el factor de “para quiénes” producir, reconocido por el autor como el de mayor jerarquía, y condición necesaria para recuperar una mirada sociológica en torno a la transformación reciente.

[2] Esa confusión también es en buena medida producto del sesgo que produce la experiencia chilena, donde este interregno entre la crisis del Estado de Compromiso y la transformación neoliberal no existió, desenvolviéndose esta última en el marco del régimen autoritario, situación que, como se verá más adelante, representa una excepción respecto de la mayoría de los países de la región, donde fueron las “nuevas democracias” las impulsoras de esta transformación.


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Faletto, Enzo (1989). “La especificidad del Estado en América Latina”, Revista de la CEPAL, 38, 1989,

Pinto, Aníbal (1976). “Notas sobre los estilos de desarrollo en América Latina”, Revista de la CEPAL, 96, Diciembre 2008

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